COMUNICADO
DEL HUMANISTA
ISRAEL ÁLVAREZ DE ARMAS
DEFENSOR
INTEGRAL Y UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS QUE RESIDE EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA
DE VENEZUELA
Rechazamos los
ataques a las sedes de la Defensoría del Pueblo en la República Bolivariana de
Venezuela, muy particularmente la que se encuentra en el sector de Los
Colorados en la ciudad de Valencia.
Estos ataques que
surgen en el marco de las protestas que desde hace varios días se vienen
sucediendo en Venezuela, han desencadenado en actividades terroristas cuyos
autores deben ser detenidos y puestos a las órdenes de las autoridades
competentes, con el objeto de que respondan por tales hechos criminales que
mantienen en un clima de zozobra a la colectividad en general.
Pero también debemos
en el marco de nuestra imparcialidad hacer una seria crítica al comportamiento
del Señor Defensor del Pueblo, quien ha mantenido un discurso desde la fecha en
que fuera designado por la Asamblea Nacional, invadiendo competencias del
Ministerio Público en cuanto a determinadas declaraciones nada convenientes
para la titularidad que ostenta, cuando por ejemplo apareció en los medios de
comunicación declarando:
“que el general retirado Raúl Isaías
Baduel violó la medida sustitutiva que tenía y desmintió que se le estuviera
abriendo un nuevo proceso militar.”
No entendemos la
temeridad de tal declaración, porque está comprobado que el General Raúl Isaías
Baduel en ningún momento violó la medida de libertad condicional, y será
llamado a declarar precisamente el Defensor del Pueblo para que demuestre esa
información que aseguró como cierta ante los medios de comunicación.
El Defensor del
Pueblo debe estar al lado del Pueblo, defendiéndolo de las violaciones a sus
derechos humanos, y no ocupar el espacio por ejemplo de la Señora Ministra de
Relaciones Exteriores, haciendo critica de lo que diga el Secretario General de
la OEA, supliendo la defensa de la República.
Hacemos votos por el
cese de la Violencia, como también hacemos votos porque el Señor Defensor del
Pueblo nos defienda y se deslastre de su pasado como funcionario del gobierno que le queda muy mal.
